martes, 25 de septiembre de 2012

I don't exist anymore.

Siento el vacío propio de la muerte. Oigo canciones de The doors sonar en mi mente. ¿Qué debo hacer?
El vacío me llena. Es irónico, pero es así..
En realidad ya estaba un poco harto de todo. Me levanté, y cerré la puerta. Ya había oído suficiente. Él salió detrás mía.
-¿Qué haces?-me preguntó.
-No voy a seguir oyendo esas chorradas. Me niego. Quiero decir. Llegan y nos intentan decir lo que debemos hacer, como debemos actuar, lo que debemos sentir.
-¿De qué estás hablando, tío?
-No te das cuenta, ¿verdad? Todo lo que vemos nos condiciona, nos controlan, saben lo que no necesitamos, pero saben como hacer que lo necesitemos. Abre los ojos, J.
-.. Tienes razón, pero dime ¿qué coño vamos a hacer?
-Es simple. Acabar con esto.
Y nos fuimos al bosque, donde solíamos ir en verano, a leer a Nietzsche, y a coger peces con las manos. Ese lugar en el pantano que todos conocen, pero que nadie aprecia.